Los OTC a debate en el mundo: la llegada irreversible de una tecnología con polémica

“No se pueden poner puertas al campo”. Esa fue la afirmación más repetida durante la tercera y último mesa redonda del evento de ANA, para resumir cómo van a irrumpir en el mercado los OTC (Over-The-Counter, los dispositivos de amplificación de sonido que se lanzaron por primera vez en Estados Unidos. Opinaron al respecto, en un debate moderado por Joan Ros, vicepresidente tercero de la ANA, los directivos en España de los principales fabricantes de audífonos del mundo y la cadena de centros auditivos líder internacionalmente: Cristina Cantarell (Sonova), José Luis Otero (GN), Juan Ignacio Martínez (Aural Widex), Jorge Rodríguez (Demant), Lorenzo Fiorani (Gaes-Amplifon) y Javier Poveda (WS Audiology).

Aunque se comentó que este tipo de tecnología no es equiparable a un audífono y solo puede conseguir algún beneficio en pérdidas auditivas leves, también se intuye que puede propiciar que la población, en general, conozca mejor la audiología y busque a un profesional para resolver su problema.

Analogía con la teleasistencia

Dentro del foro ExpoAudio, otra mesa redonda sobre el futuro del sector también se centró en los OTC, en este caso, junto con la teleaudiología como tendencias al alza.

“¿Yo quiero que los audífonos se regulen solos? No, sería automedicarse”. Este interrogante planteado por José Luis Blanco (Demant) sitúa en contexto este intercambio de análisis de varios directivos y técnicos del sector. “Todavía hay problemas para discriminar el habla y sonidos con ruido, sigue habiendo usuarios diferentes para una misma patología, y eso la tecnología nunca lo va a entender: No creo que los OTC sean el futuro del sector”, razonaba el técnico de Oticon, acerca de los nuevos amplificadores de sonido (Over-The-Counter) que llegan a Europa. “La mitad de los resultados, del trabajo, es tecnología, pero también hay psicología”, abundó.

“Eres un romántico”, bromeó Manuel Yuste (GN), que recordó cómo hace unos años, por ejemplo, no existían las pruebas REM y nadie duda hoy de su utilidad, y tal vez algún día exista un dispositivo que analice esos resultados de forma automática. “Ya se puede conocer cómo responde el cerebro, incluso, pero siempre va a tener que haber alguien a quien poder quejarse”, auguró Blanco, que reconoció que “las adaptaciones en remoto ya se hacen“, pero matizó que”habrá problemas determinados que necesitarán al profesional, según el caso concreto de cada persona”.

“Un campo enorme de desarrollo”

Para José Luis Otero (GN), con estas nuevas tecnologías que permiten el control remoto “se abre un campo enorme de desarrollo: mientras que hoy se está centrado en el usuario que llega al centro auditivo, hay otros que plantean áreas de crecimiento y habrá que investigar soluciones para otro tipo de personas”.

En esa misma línea, Antonio Guirado (Demant) opinó que “hay que verlo como una oportunidad, no como una amenaza, y se va atraer a unas personas que hoy en día no son clientes del sector”.

En otra actividad profesional como la óptica, Blanco encontró un paralelismo entre los OTC y “las gafas de quita y pon, que no hacen que una persona ya no entre a una óptica” cuando su problema ya no se resuelve con esa graduación mínima. Ese efecto “entry level” puede favorecer la llegada de hipoacúsicos para ponerse en manos del audioprotesista: “Una vez que ves las ventajas que tiene la amplificación, cómo no vas a acudir a un profesional”, pronosticó Blanco.

Javier Poveda, Cristina Cantarell, José Luis Otero, Lorenzo Fiorani, Jorge Rodríguez y Juan Ignacio Martínez, en la mesa redonda de la ANA, moderada por Francesc Carreño.

También acerca de la proyección del sector, Otero subrayó que existen publicaciones que demuestran claramente que la audición es el factor más influyente que puede afrontar una persona para prevenir problemas cognitivos, un 8% de importancia frente a otros condicionantes. Y están en juego demencia senil, aislamiento social… De hecho, el director general del Grupo GN en España y Portugal señaló que así lo trasladó al consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid -cuando visitó su estand durante la inauguración de ExpoÓptica y ExpoAudio en Ifema- para aconsejarle una mayor inversión de la Administración autonómica con el fin de prevenir estas enfermedades.

Guirado abundó en que ese porcentaje del 8% de casos de pérdida auditiva que derivan en otras enfermedades hay que valorarlo más aún, ya que puede parecer poco, pero en realidad se trata de la segunda razón más frecuente, también de males como el Alzheirmer.

Invisibilidad del sector

En otras latitudes ya lo tienen claro: Estados Unidos ha invertido este año 1.200 millones de dólares en prevención, sobre todo, en salud auditiva y logopedia, y han estimado que les reportará un ahorro ingente de una cantidad mucho mayor de fondos en tratamientos que no serán necesarios al actuar antes, según Otero.

La OMS ha calculado globalmente un ahorro de un billón de euros en todo el mundo, y Guirado ha apelado a invertir no solo en prevención, sino también en comunicación. Un estudio demoscópico que ha hecho su grupo (Demant) constata la poca visibilidad que hay del sector, igual que reflejó el EuroTrak: solo entre un 4% y un 7% de visibilidad del centro auditivo para la población a la hora de hacerse una revisión auditiva.

En este punto, Yuste advirtió del escaso interés mediático que suscita por ahora la salud auditiva. Por propia experiencia, relató cómo cuando en su compañía consiguen aparecer en televisiones autonómicas, la audiencia cae al llegar la información sobre audiología. Guirado discrepó porque han trabajado esta labor de comunicación y sí hay interés de ciertos medios de información generalistas, no solo sectoriales.

Aprovechando que la OMS pide inversiones públicas de los Estados para paliar la prevalencia de la pérdida auditiva, Otero sugirió una campaña divulgativa con un mensaje del tipo “dos oídos para toda la vida” para la sensibilización de la población, auspiciada por las administraciones públicas. Hace años, ya se hizo para la salud visual, con el eslogan “dos ojos para toda la vida”.

En lo que se refiere a la teleaudiología, el directivo de GN aludió a un robot con nombre italiano, Da Vinci, que puede operar realmente a distancia, pero siempre hay un cirujano detrás. “Deberíamos tender a eso, aunque hoy nos lo impide la ley, pero no creo que sea sostenible esa situación legal con el tiempo”, afirmó, con el matiz de que a pesar de esa automatización, siempre será necesaria la intervención humana.

“Gestionamos emociones y eso no lo hace la tecnología, sino las personas”, abundó Guirado, al igual que Blanco, para quien “la solución de un problema siempre tiene un componente personal”, tal como han demostrado, estudios sobre el postoperatorio: “El paciente necesita que le transmitan emociones, y eso no lo proporciona una máquina”.