Elon Musk prevé “curar los acúfenos en cinco años”

En un tuit, el famoso multimillonario Elon Musk afirmó que el chip cerebral producido por su empresa Neuralink “curará” el tinnitus para 2027. Los científicos se preguntan si este plazo de cinco años es realmente alcanzable, mientras que los activistas por los derechos de los animales critican el método de ensayo.

Publicado el 29 septiembre 2022

Elon Musk prevé “curar los acúfenos en cinco años”

Neuralink, una startup fundada por Elon Musk en 2016, está desarrollando actualmente un implante cerebral, una de cuyas aplicaciones podría ser el tratamiento del tinnitus.

Elon Musk no es ajeno a los avances tecnológicos. Primero hizo su fortuna con Paypal, luego creó Space X, Tesla y Neuralink, que dirige. Por ello, su tuit del 24 de abril de 2022, en el que anunciaba que su dispositivo de estimulación cerebral podría estar listo en cinco años, se tomó muy en serio.

Denominado “interfaz cerebro-ordenador”, consiste en un chip del tamaño de una moneda llamado Link, que se implanta bajo el hueso en el cráneo y se conecta a zonas del cerebro mediante un robot quirúrgico de precisión. El robot “conecta” mil cables en miniatura a neuronas específicas. A continuación, el chip se conecta a un ordenador externo mediante Bluetooth, con una comunicación bidireccional para enviar y recuperar información del implante.

Actividad cerebral estimulada

Por un lado, el dispositivo puede leer la actividad cerebral, por lo que podría permitir a los discapacitados comunicarse en un ordenador solo con sus pensamientos. Por otro lado, puede estimular zonas del cerebro, lo que, según Elon Musk, podría ayudar a personas con diversos tipos de trastornos neurológicos, en los que una desconexión o mal funcionamiento entre el cerebro y los nervios es el responsable de la afección.

Esto incluye a personas con paraplejia, tetraplejia, enfermedad de Parkinson, epilepsia, etcétera. El implante también podría tratar la depresión, la pérdida de memoria, el dolor extremo o el tinnitus. En concreto, Elon Musk afirma que este chip podría curar los acúfenos en 2027.

Este sistema de estimulación directa de las neuronas ya existe con dispositivos compuestos por un centenar de electrodos, frente a los más de mil del implante Neuralink, lo que abriría el campo de las aplicaciones.

Pruebas en humanos para finales de año

El implante, probado primero en cerdos, se está sometiendo a tests ahora en monos, antes de pasar a la fase de experimentación en humanos. Se espera que los ensayos en personas del prototipo Neuralink comiencen a finales de 2022, siempre que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) los apruebe.
Sin embargo, el proyecto Neuralink se enfrenta a muchas críticas. Algunos científicos creen que el plazo de cinco años no es razonable. Y los defensores del bienestar animal denuncian la muerte de monos en condiciones sospechosas durante los ensayos (véase el recuadro, al final del texto).
En un artículo publicado en The Conversation (theconversation.com), David Tuffley, profesor titular de Ética Aplicada y Ciberseguridad en la Escuela de Tecnologías de la Información y la Comunicación de la Universidad de Griffith, en Brisbane/Gold Coast (Australia), cuestiona la veracidad de esta audaz afirmación. En su opinión, el dispositivo neuroprotésico de Neuralink podría ser realmente útil en el futuro para personas con trastornos neurológicos como la enfermedad de Parkinson o la epilepsia. Sin embargo, el plazo parece demasiado corto, ya que no se sabe cuánto tiempo tardarán los datos clínicos que confirmen que el dispositivo es seguro para el uso humano y permitan obtener la aprobación de la FDA.

“No te hagas ilusiones”

De hecho, la Administración clasifica a Neuralink como un dispositivo médico de clase III, que es el más arriesgado. Antes de comenzar los ensayos en humanos, el dispositivo debe pasar una rigurosa revisión reglamentaria. La empresa debe aportar datos exhaustivos sobre los ensayos clínicos en seres no humanos (incluidos los monos) para justificar el paso a la siguiente fase. La FDA también se interesará por la posibilidad de retirar o reparar el dispositivo en caso de que funcione mal, y por cómo gestionar el riesgo de lesión cerebral o infección. En pruebas recientes, ocho monos murieron tras la implantación.
Una vez que la FDA apruebe el dispositivo (si lo hace), se espera que Neuralink reclute voluntarios humanos para la siguiente ronda de ensayos. Nadie sabe cuánto tiempo pasará antes de que el dispositivo esté disponible comercialmente ni cuánto costará. Podría llevar años, con un precio que lo pondría fuera del alcance de todos, excepto de los más ricos. Por ello, David Tuffley afirma que “es prudente no hacerse ilusiones sobre un implante asequible a corto plazo”.

¿Cómo funciona el implante cerebral de Neuralink?

El primer prototipo de Neuralink se llevaba detrás de la oreja como un audífono, pero la última versión, del tamaño de una moneda, se injerta en el cráneo y se oculta en el pelo.

Los microcables, o microelectrodos, se insertan en zonas específicas del cerebro, que pueden ser estimuladas por un impulso eléctrico. El implante tiene 1.024 electrodos, lo que lo hace especial, según Neuralink, ya que los dispositivos de este tipo no tienen actualmente más de cien electrodos, un número insuficiente, según la empresa.
El Link de Neuralink se recarga magnéticamente, como un teléfono móvil.

Según el fabricante, se requiere una hora de operación para su implantación, con solo un día de hospitalización.
Su funcionamiento e instalación no difiere de los implantes cocleares, que se insertan en la cóclea para estimular el nervio auditivo.

Ocho monos han muerto durante los ensayos

Durante las pruebas del implante cerebral Neuralink en la Universidad de California, Davis, el Comité de Médicos por una Medicina Responsable, una asociación nacional estadounidense sin ánimo de lucro formada por 17.000 médicos, realizó un informe en el que se indicaba una “flagrante violación de la ley de bienestar animal”.

La carta afirmaba que “muchos monos, si no todos, están experimentando un sufrimiento extremo como resultado de un cuidado inadecuado de los animales y de la experimentación altamente invasiva con implantes cerebrales”.
La puesta en marcha confirmó que, de los 23 monos que participaron en los ensayos, ocho tuvieron que ser sacrificados mediante eutanasia tras la implantación, dos de ellos en una fecha prevista para la recogida de datos, pero otros seis por recomendación veterinaria por complicaciones quirúrgicas (un animal), fallo del dispositivo (otro especimen) o sospecha de infecciones relacionadas con el dispositivo (cuatro casos).

Neuralink se defendió de estas acusaciones en un vídeo publicado en mayo de 2022, argumentando que no había alternativa a la experimentación en animales. También aseguró que estaba aplicando nuevos protocolos quirúrgicos en respuesta a la masacre.

Lucile Perreau y Corinne Couté

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