Los expertos alertan sobre los efectos de la exposición a la música de alto volumen en las discotecas
El ruido de las discotecas, donde el volumen de la música puede llegar a superar los 104 decibelios, tiene importantes efectos en la salud y no se es consciente. Esta es una de las conclusiones alcanzadas en el debate de la primera edición del Audioforum, un nuevo espacio de encuentro a nivel nacional organizado por GAES una marca Amplifon, que nace con el objetivo de "aportar conocimientos y claves para el futuro de los profesionales de la audioprótesis", según sus impulsores.
Uno de los principales temas que se trataron en el evento fue el ruido en los espacios de ocio nocturno y las aulas,y sus efectos en la salud de las personas. Se calcula que más de 9 millones de personas conviven a diario con niveles superiores a los 65 decibelios, nivel máximo recomendado por la OMS.
El estreno de Audioforum contó con la participación del Dr. Ignacio Pla (médico especialista en Otorrinolaringología), Elisa Vicedo (pedagoga y logopeda de Aspas Valencia), Ramón Peral (ingeniero industrial y doctor en Ingeniería Acústica) y Korina Nicolau (formadora de Audiología Amplifon).
Durante su intervención, Ramón Peral aludió a la problemática del ruido al que las personas se exponen de manera voluntaria, como por ejemplo el que proviene de dispositivos como los auriculares, muy utilizados por los jóvenes, y los locales de ocio como las discotecas. Sobre estos espacios, el ingeniero comentó: “Igual que existen señales de alerta auditiva en puestos de trabajo, quizá deberíamos solicitar estos avisos en entornos de ocio para que sus clientes tengan claro que la exposición prolongada al alto volumen de sonido puede causarles daños permanentes”.
Espacios de descanso sonoro
Según el ingeniero, una persona que a lo largo de un año se exponga a un volumen de música muy alto, como en el que suele haber en una discoteca, durante tres horas los dos días del fin de semana, estará percibiendo la misma cantidad de energía sonora de un trabajador en un puesto de riesgo durante dieciocho años. Peral recordó las recomendaciones propuestas por la OMS donde se sugiere el uso de protectores de ruido para los oídos y que en los locales de ocio nocturno haya espacios de descanso sonoro.
Adaptar las aulas con FM
Por su parte, Elisa Vicedo alertó sobre el ruido desmedido en las aulas como una de las principales barreras de aprendizaje para los niños con problemas de audición. “En las primeras etapas educativas necesitan una señal integra, clara y limpia para el óptimo desarrollo del procesamiento auditivo y de la comprensión de la palabra. Habría que adaptar las aulas para mitigar las fuentes de ruido, acondicionarlas acústicamente y conseguir que el mensaje del profesor/a llegue directamente a oídos del alumnado, evitando también que el docente haga un sobresfuerzo vocal”.
La pedagoga destacó, además, el efecto que tiene el ruido elevado en las clases para el profesor, quien se ve obligado a elevar la voz, produciéndose un sobre esfuerzo vocal que puede llegar a provocar disfonías funcionales. Una solución fácil y económica seria el uso de ayudas técnicas, productos de apoyo a la comunicación oral como la emisora de frecuencia modulada, dispositivo donde le llega directamente la voz del profesor a la prótesis auditiva del alumno con hipoacusia.
En su intervención, el Dr. Ignacio Pla puso sobre la mesa los efectos del ruido en el organismo y su impacto en la salud auditiva. y destacó la necesidad de una buena prevención para evitar daños irreversibles en el oído. La OMS estima que el 16% de los casos de pérdida de audición se deben a una hipoacusia inducida por ruido ocupacional.
El encuentro Audioforum, que arrancó en Valencia, se irá repitiendo de forma itinerante por distintas ciudades de la geografía española a lo largo de los próximos meses, tal como han anunciado desde la organización en un comunicado.