Chile logró ampliar cobertura de audífonos en población mayor hipoacúsica

Es una tendencia global. La tasa de envejecimientoen la población aumenta cada año,incrementando los desafíos de salud públicaen todo el mundo en cuanto a las enfermedadesque van afectando a este grupoetáreo. Chile no es la excepción. De acuerdocon datos de la encuesta CASEN 2015 dados a conoceren junio de 2017, en 1990 los mayores de 60 años constituíanel 10,1 % de la población, mientras que, en la actualidad,dicho porcentaje aumentó al 17,6 %, configurando una relación en que, por cada 100 personas menores de15 años, ya hay 86 adultos mayores.

A su vez, este segmento de la población es tambiénel más afectado por patologías invalidantes, lo quese ve refrendado por el Estudio Nacional de la Discapacidad de 2015, el cual arrojó que el 38,3% de laspersonas con discapacidad en Chile corresponde aadultos mayores sobre 60 años. En este escenario, lapresbiacusia es justamente una de las enfermedadesasociadas a la vejez que va limitando la calidad de vidade las personas y que desde 2007 forma parte del planGES, correspondiente al programa estatal de GarantíasExplicitas de Salud.

“El perfil del paciente con presbiacusia es una personaque al ir perdiendo paulatinamente la audición nosiempre se da cuenta de su pérdida de funcionalidad,especialmente en su desempeño cotidiano en la sociedad.Tiende a aislarse o a dejar de participar en lasdinámicas propias del núcleo familiar que lo acoge.Puede presentar frustración y depresión”, explica elprofesor Exequiel Plaza Taucare, director de la Escuelade Fonaudiología de la Universidad de Talca.

En Chile, el Ministerio de Salud (Minsal) reporta que “según la Encuesta Nacional de Salud (ENS) 2009-2010 la prevalencia de disminución de la agudeza auditiva en personas de 65 años y más, medida a través del auto-reporte, era de un 52%, durante el proceso de validación de los test. De las cuales, un 60% requerían de audífonos”; sin embargo, ya en 2003, este mismo informe ENS había arrojado que solo el 53% de las personasque tenían ayuda auditiva la usaban, argumentando factores dependientes de la adaptación del dispositivo y de la rehabilitación auditiva.

¿Qué cubre la garantía GES para estos pacientes? Principalmente,cubre el tratamiento de la hipoacusia queincluye el audífono, su calibración, la capacitación parasu uso efectivo y laspilas necesarias parados años. La mayoríade las veces se tratade una ayuda auditivaunilateral y, dependiendodel caso, seindica otro dispositivopara el año siguiente.Fuentes del Ministeriode Salud recalcaronque, a partir de este año, entró en vigencia la coberturadel implante coclear unilateral para personas postlocutivasque lo requieran a través de la Ley Ricarte Soto, quetambién puede beneficiar al presbiacúsico. Lo que nogarantiza es la Audiometría Tonal que corresponde alexamen previo a la confirmación de la sordera.

Impacto en la cobertura

En 2017 se cumplieron diez años desde que se incorporóla presbiacusia en mayores de 65 años comoprestación GES y el sistema público registra un total de145.679 atenciones durante el período comprendidoentre 2012 y 2016, que han significado la entrega de 25mil a 30 mil audífonos por año a través de FONASA, elseguro de salud público de Chile.

La mayor parte de los pacientes -un 83%- está inscritoen FONASA y se atiende en la red de prestadores públicospara la entrega de audífonos, mientras que un 16%que está suscrito a los seguros privados de salud (ISAPRES),recurre a los prestadores privados asociadosque indican y entregan los aparatos auditivos.De acuerdo con lo indicado por el Ministerio de Salud,la cobertura de personas mayores con audífonos hamejorado, aunque la adherencia al uso de estos no haaumentado. Otro aspecto relevante de la prestaciónque destaca la entidad es que ha permitido la reduccióndel precio de mercado delos audífonos.

El Dr. Tomás Labatut, médicoORL de Clínica Las Condes(centro de salud privado), valorapositivamente el aumento de lacobertura en este segmento dela población: “El impacto ha sidoenorme. El número de adultosmayores que han podido teneracceso a rehabilitar su audiciónha sido muy grande. En general, este es un grupopoblacional bastante desprotegido y vulnerable en loeconómico, por lo que el acceso a comprar un audífonoanterior a esta garantía de salud estaba muy limitadopor el factor económico”. Y agrega: “hoy ha aumentadoel número de pacientes que generalmente son llevadospor sus hijos o familiares más jóvenes a la consulta,ellos se han enterado de este GES y ahora existe un númerocreciente de adultos mayores con más acceso ala información que antes. Esto hace que consulten másahora por su propia iniciativa”.

Para el profesor Plaza de la Universidad de Talca, setrata de una paradoja: “Evidentemente como muchas patologías GES el énfasis ha estado en la cobertura; sinembargo, en el caso del manejo de la presbiacusia enmayores de 65 años, el acceso a audífonos no ha garantizadonecesariamente una mejoría en la calidad devida de las personas. Esto debido a que los que logranacceder a un audífono no tienen un adecuado plan deadaptación y estas ayudas técnicas quedan relegadas yguardadas en sus envases, pues el adulto mayor en un45% no lo usa aun cuando valora el haberlo recibido”.

Desafíos para los profesionales

En cuanto a la atención profesional al paciente presbiacúsicohay cambios y desafíos que muestran problemáticasdiferentes en el ámbito público y privado y, también,en si la atención se da en la capital o en ciudadesmás pobladas, con respecto a otras áreas más rurales.Uno de ellos es la necesidad de estar al día en lasúltimas tecnologías disponibles. El doctor Labatutindica que hay diferencias económicas considerablesen la medida en que el aparato auditivo es más tecnológico. “Lo bueno hoy es que, en general, no serequieren audífonos tan sofisticados para rehabilitarla presbiacusia y lo que está en convenio suele serbueno”, explica.

En la evaluación final, el profesor Plaza enfatiza en lanecesidad de mejorar la correcta adaptación y rehabilitacióndel paciente presbiacúsico para mantener sufuncionalidad y efectiva inclusión en la sociedad: “sabemosque la Prestación GES ha sido un importanteaporte, pero no es suficiente. La sola cobertura mediantela entrega de aparatos a las personas no resuelveel problema… No existen plazas mínimas suficientespara realizar la labor que rehabilitadores como losfonoaudiólogos debieran hacer tanto en hospitalescomo en atención primaria… Existe evidencia anecdóticade que los usuarios en un alto porcentaje dejan deusar los audífonos al poco tiempo de recibirlos por noacostumbrarse a ellos, lo que no es difícil de entendersabiendo que no existe un plan de adaptación quegarantice su uso y beneficio”.

P.C.A.

Fotos: Universidad de Talca y Clínica las Condes.