Electrococleografía, análisis de la pupila y lucha contra los biofilms
Como señala el otorrinolaringólogo mexicano Antonio Soda Merhy, “la cobertura que se está dando para los implantes de oído está muy por debajo de las necesidades que tenemos en nuestros países”. Por ello es indispensable seguir proponiendo soluciones a esta problemática y mejorar cada día los implantes.
Una técnica novedosa y algo más
Ricardo Bento, profesor titular de Otorrinolaringología del Departamento de Medicina de la Universidad de São Paulo (USP) de Brasil, estará presente en el GICCA en varios escenarios. En el tema relacionado con la “Monitorización intraoperatoria en la cirugía del implante coclear”, expondrá su experiencia con la electrococleografía (un procedimiento que registra la actividad bioeléctrica del sonido externo mediante electrodos ubicados cerca de la cóclea) durante la cirugía de implantes cocleares. “Este es un tema novedoso porque podemos preservar los umbrales auditivos del paciente y de las estructuras de la cóclea, mediante una cirugía mínimamente invasiva. Para esto, hacemos -durante la inserción de los electrodos- una monitorización del potencial de electrococleografía de la cóclea que permite una inserción menos traumática. Con esta técnica, también es posible que después de la cirugía, y durante toda la vida del paciente, se garantice la preservación para que no haya una degeneración de la audición”, explica Bento. El procedimiento de la electrococleografía todavía está en estudio por parte del profesor Ricardo Bento y su grupo de investigación en la USP, donde adelantan una investigación con 10 pacientes para comprobar la efectividad de esta técnica que, por ahora, promete buenos resultados.
Entre sus líneas de investigación relacionadas con implantes cocleares y sordera, el profesor Ricardo Bento analiza la correlación de imágenes de exámenes radiológicos con la posición de los implantes cocleares y del electrodo dentro de la cóclea para hacer una correlación clínica de los resultados. Adicionalmente, adelanta investigaciones de punta en cirugía atraumática revisando cortes histológicos (corte fino) de cóclea y experiencias en huesos temporales para saber cómo hacer cirugías con menos lesiones.
Las pupilas podrían demostrar el esfuerzo para escuchar
Uno de los pioneros en implante coclear en Colombia es Juan Manuel García Gómez, ORL, otólogo y neurotólogo y dedicado por años al estudio de la audición. Como muchos de sus pares científicos, también tiene una cita en el GICCA y allí presentará la investigación: “El esfuerzo para escuchar en pacientes adultos con hipoacusia neurosensorial unilateral con implante coclear”. Un trabajo conjunto, interdisciplinario e interinstitucional, realizado por la Universidad de los Andes, la Fundación Santafé de Bogotá, la Clínica Medellín y la Universidad Radboud de Nimega (Países Bajos).
Lo interesante de este estudio es que propone medir la pupila y el diámetro pupilar con el fin de determinar el esfuerzo para escuchar de un paciente hipoacúsico con implante coclear. “Niños o adultos implantados siempre requieren de un esfuerzo adicional para escuchar y esto se mide de varias formas. Tradicionalmente se hace en las cámaras acústicas, comparando los resultados antes de implantar al paciente y después de implantado, obteniendo la discriminación en diversas pruebas y en cuestionarios como el Profile of Hearing Aid Benefit (APHAB) o The Speech, Spatial and Qualities of Hearing Scale (SSQ)”, comenta García, “pero para medir qué es lo que está sucediendo en el cerebro se pueden practicar la resonancia magnética funcional y los mapeos electroencefalográficos. Ahora lo que proponemos es medir la pupila y el diámetro pupilar mediante la pupilometría (estudio de los factores psicológicos que afectan la respuesta pupilar), un procedimiento que ha sido utilizado desde los años sesenta en diferentes áreas del conocimiento -por ejemplo, en psiquiatría-, y que se podría aplicar a la audición”.
El esfuerzo para escuchar hace parte de los aspectos que definen la calidad de vida de los pacientes, pues cuando una persona tiene pérdida auditiva el sistema nervioso central hace un esfuerzo para compensar ese problema, lo que lleva a los pacientes a vivir con fatiga. En el caso de los niños, es típico el cansancio y el mal rendimiento escolar; en adultos se presentan patologías cardiovasculares, hipertensión arterial e incluso deserción laboral, entre otros aspectos que afectan la salud en general y por supuesto la calidad de vida de los pacientes.
Según el galeno, estas situaciones se presentan porque así se rehabiliten pacientes con implante coclear, no se logra una audición normal y el paciente continúa en su vida cotidiana haciendo un esfuerzo por escuchar.
Lo que hicieron los expertos fue analizar pacientes que oían normalmente por un oído (audición normal unilateral) y que de adultos habían perdido el oído contralateral con una hipoacusia profunda unilateral, varios de ellos por sordera súbita. En ellos midieron cómo se comportaba el diámetro pupilar ante una estimulación de frases en español HINT (Hearing In Noise Test) fonéticamente balanceadas.
“Para nuestra sorpresa científica, el oído normal presentó un comportamiento de un diámetro pupilar contraído, es decir, la pupila tiene un diámetro menor, pero cuando las frases se van por el implante coclear el diámetro pupilar es mayor. Esperábamos que cuando la estimulación fuese simultánea, por el oído sano y el oído implantado, el comportamiento del diámetro pupilar disminuyera, y resulta que el diámetro pupilar en esa condición experimental aumentó”, dijo el ORL. Para los investigadores, es claro que este es un estudio preliminar del cual no se conocen antecedentes ni publicaciones, en este grupo específico de pacientes, pero puede ser un aporte bien interesante en el análisis del esfuerzo para escuchar que, seguramente, conllevará a muchas preguntas de investigación para mejorar el conocimiento relacionado con programación y estimulación en pacientes adultos con implante coclear e hipoacusia unilateral.
Las complicaciones son pocas, pero no faltan
Como toda cirugía, la de implantes cocleares no tiene un riesgo cero. Si bien el procedimiento es bastante seguro, según los entendidos, no están exentos de tener complicaciones. Antonio Soda será el moderador del taller de trabajo “Complicaciones de los implantes cocleares” que tratará los principales riesgos que se presentan en aproximadamente el 5% de los implantados en general. “Vamos a enfatizar en lo que para nosotros son complicaciones mayores, que requieren de cirugía, y presentaremos algunos casos para discutir las posibilidades, desde interpretar los estudios hasta ver qué soluciones se consideran las más adecuadas”, explica el ORL.
En la cirugía de implantes los especialistas colocan un cuerpo extraño (dispositivo electrónico) que puede desencadenar una infección de los planos blandos -en condiciones avanzadas expone la parte interna del implante-. También es posible que se presente una falla del mecanismo interno del implante. En estas circunstancias hay que hacer explantaciones y volver a reimplantar. Para Soda, estos casos son poco frecuentes porque “la experiencia nos ha enseñado que las incisiones retroauriculares muy amplias propician complicaciones en los planos blandos con más frecuencia; por el contrario, incisiones de menor tamaño (5 centímetros) disminuyen las complicaciones”.
Uno de los grandes retos en cirugía es la infección por biofilms, una capa que enquista a los gérmenes y actúa como una barrera protectora para ellos que evita la entrada del antibiótico. Los biofilms se adhieren fácilmente a los silicones, material que compone la parte interna del implante.
Lea este artículo próximamente en el especial Audioenportada GICCA 2019.