Carlos Calvo: “El éxito para un audiólogo infantil se lo conceden los padres que se implican”
De entrada, este profesional ofrece una perspectiva amplia de los progresos en dos largas décadas.
-¿Cómo ha evolucionado la audiología pediátrica durante su dilatada trayectoria profesional, tanto desde el punto de vista tecnológico como de protocolos y métodos?
En el año 2002 y anteriormente, encontrar un centro audioprotésico con responsabilidad, dedicación y compromiso de mejora al trabajar con niños con discapacidad auditiva era realmente complicado, ahora mismo recuerdo que podrían ser menos de los dedos de una mano en todo el Estado español
Hoy en día, el número de especialistas audioprotesistas o audiológos pediátricos ya es numeroso, aunque quizás el objetivo de que hubiera uno por provincia no lo hemos conseguido. Pero al menos, las familias no deben realizar cientos de kilómetros para poder confiar en un especialista con dedicación y compromiso.
Desde un punto de vista tecnológico, a partir del año 2003 prácticamente todos los fabricantes disponían de audífonos digitales. Con mayor o menos resolución. Alguno con dedicación más comprometida en audiología infantil hasta el día de hoy. En esos años, se resolvió el acceso al “sound recover”, aplicación de los audífonos para la mejora de reconocimiento de los sonidos agudos, que ahora está resuelto en otros fabricantes. Y se produce una aceleración desbordante desde el 2002 en el tema de eliminación de barreras de comunicación en el aula. FM y actualmente Roger.
En cuanto a protocolos, disponemos del desarrollado por el Programa Infantil Phonak (PIP) a principios de este servicio profesional, publicado en el año 2004 “Protocolo de amplificación pediátrica”, que venía a resolver los criterios básicos en base a la máxima de PIP “audiología centrada en la familia”, la colaboración de especialistas de distintas áreas que intervienen con niños con discapacidad auditiva, incluida FIAPAS. Este método ha sido actualizado de forma permanente.
En 2005, el Comité Español de Audiofonología (CEAF), publicó su “Corrección protésica en niños” y no existe ningún otro, al menos conocido.
-¿Se sigue arrastrando una carencia de herramientas en castellano, tanto con el acento y la fonética españolas como al otro lado del Atlántico? Precisamente usted, Mariana Maggio De Maggi y algunos investigadores más, han sido artífices de algunos de los pocos métodos disponibles, ¿qué camino queda por recorrer para equipararse a los métodos en inglés?
El año 2015, elaboramos PAVER (Prueba de Audiometria en Ruido), de la mano de la Dra. Victoria Marrero. Durante años hemos intentado analizar la posibilidad de encontrar algo parecido, pero ha sido en vano. No existe nada semejante en idioma español. Y no me consta en cualquier otra lengua. Varios países de Latinoamérica vieron la necesidad de adaptarlo a su realidad y esperamos que no se tarde mucho en realizar uno en lengua portuguesa, ya que según las apreciaciones de algunos especialistas en audiologia de nuestro país vecino, estaban interesados.
-¿Qué balance hace del Programa Infantil Phonak (PIP) y qué objetivos le gustaría que alcanzara en el futuro esta plataforma?
PIP se puso en marcha en marzo del año 2002, con espíritu internacional y con la creencia de la necesidad de programas socio-profesionales, con la intención de dinamizar la información, difusión, formación e investigación en niños que no oyen bien. La escuela de negocios IESE nos otorgó el premio finalista, en una de sus primeras acciones realizadas por PIP en el año 2002. Los galardones se basaban en que ¡las empresas son agentes capaces de preservar la cohesión y la igualdad social sin perjuicio de su actividad económica! Este premio lo recogimos con gratitud, fue el primero, y el último reconocido expresamente.
PIP era algo novedoso en un mundo netamente comercial, y realmente no fue fácil cambiar o modificar criterios de los especialistas en audioprótesis. Sin embargo, fue muy bien recibido en el ámbito de la enseñanza, logopedas, maestros etcétera.
Los tiempos próximos no sé si son alentadores, francamente. Desearía que los responsables de las empresas fueran suficientemente sensibles con las personas que lo continúen y estas que fueran igualmente críticas con su trabajo y humildes en sus resoluciones.
-¿Qué enseñanzas se pueden extraer de la práctica audiológica con niños para mejorar las adaptaciones en adultos, si eso es posible?
Creo que es justamente al contrario. Los estudios de audiologia en este país en los años 90 no eran precisamente considerados como óptimos, los que pretendíamos saber algo más de lo que nos mostraban en la única escuela que existía en España, nos buscábamos la vida en bibliotecas y documentos que casi eran innacesibles didácticamente por la educación reglada. Y fuimos adquiriendo la experiencia de que los niños tienen las mismas dificultades audiológicas que los adultos, es decir, también tienen acúfenos, hiperacusia, etcétera, pero nosotros teníamos que encontrarlos. Los que aprendimos de lo que llamo la escuela francesa y canadiense de audiologia de la mano del Jean-Claude Lafon asimilamos que trabajar con adultos nos ayuda a entender algunas dificultades de los niños.
-En el papel crucial de las familias, ¿qué aspectos resultan más fáciles en el trato con madres y padres, y cuáles los más complicados?
Hace unas décadas que escuché desde el ambiente corporativo que “los niños sordos aprenden con lo que nosotros les ofrecemos”. Y me produjo cierto grado de desesperación. Yo debía, quería ofrecerles a los padres algo más de lo que teníamos en ese momento. Trabajar con niños no está exento de responsabilidad. El mayor grado de éxito que pudiera tener un audiólogo protésico infantil se lo conceden los padres que se implican, que preguntan, que cuestionan, que dudan sobre lo que haces.
-Hace pocos años, un estudio de FIAPAS reveló que había más niños implantados que usuarios de audífonos, dato que desmintieron categóricamente desde AICE. Independientemente de las cifras exactas, ¿cómo ve la proporción de ambas tecnologías y su evolución a lo largo de los años?
Están muy equiparadas, según los estudios que hemos venido realizando durante las tres últimas décadas, que era la cadencia de los análisis que realizamos en PIP, y son muy semejantes a los últimos estudios realizados por FIAPAS.
De todos modos, sí debemos fijarnos en que para pérdidas profundas ya no se cuestiona la intervención con implante coclear. Y con las pérdidas leves medias no se cuestionan tampoco con audífonos. Menos, pero no desdeñables, también son las intervenciones en pérdidas unilaterales con audífonos, ello consigue que sigan siendo muy equiparados los datos actuales.
-¿Debería contarse más con los centros auditivos para el seguimiento de los implantes?
Es una tema corporativo muy complicado de realizar. A PIP ya le fue planteado hace una década y el resultado fue de escaso éxito. La implementación del Grado de Audiología -que recientemente ha empezado- debería ayudar, en una década, para que esto sea una realidad.
-Desde sus inicios en este sector, ha habido cambios en el asociacionismo, con varias agrupaciones surgidas, otras que desaparecieron (fabricantes y distribuidores, cadenas…), ¿qué opina?
En cuanto al asociacionismo de padres, que seguro no es el que me cuestiona en la pregunta, ya está desarrollado básicamente desde FIAPAS, siendo el único país del mundo con un grado de fiabilidad en cuanto al nivel asociativo de padres.
La asociación profesional del ramo más directo de los audioprotesistas más antigua de este país, realmente no era muy beligerante con otras alternativas y otros puntos de vista, rigiéndose por un carácter muy cerrado que no daba lugar a participación de especialistas con espíritu crítico, o al menos con un sentido crítico diferente al establecido. Quizás fuera el motivo de la aparición en su día de la asociación de audiología de nuestro país con modelos de colaboración y adquisición de documentación más abierta a los especialistas deseosos de información en audiología global. Las asociaciones que se rigen por modelos más corporativistas son aquellas que suelen ser las más efímeras.
-¿Y la presencia en la Sanidad pública? ¿Hasta dónde podría o debería llegar?
Con el Grado de Audiología se está empezando a cuestionar sobre una posible intervención audioprotésica en los hospitales. Este es el sistema en el Reino Unido, sin embargo, tengo la sensación de que tampoco sería una solución óptima. La audioprótesis privada goza de buena salud.
Debe existir algún tipo de conflicto entre la técnica y la clínica. No obstante, en la adaptación de audífonos, si no se solucionan ambas contribuiría a un retroceso en la calidad asistencial.
-La formación vive una explosión da oferta, ahora con títulos en marcha o preparación en varias universidades, ¿cómo tendría que encajar todo con la titulación de FP, la única que habilita para el ejercicio de la profesión?
Ya en los años 90, en Madrid y también en Cataluña, éramos un grupo muy reducido de personas quienes tratábamos de impulsar una Diplomatura de Audiología. El corporativismo, en todos los sentidos, era tan brutal, que cualquier acción al respecto era criticada, minusvalorada y desechada.
El Grado de Audiología, por fin, es un hecho que no tiene vuelta atrás. Dentro de tres años gozará del reconocimiento por parte de las empresas fabricantes, cadenas, Sanidad pública y privada. El reconocimiento que la audiología no ha tenido.
La FP siempre ha sido un -impasse-, un largo atolladero que la audiología no se ha merecido nunca. Sin embargo, con la experiencia adquirida en Portugal, no sería la solución óptima si no se atiende la parte técnica, de alguna manera, denostada, en los países donde existen los estudios de Grado. La técnica y la clínica deben complementarse.
-¿Qué opina de la teleasistencia, los ajustes por control remoto? ¿Y de los OTC? Ambos recursos se presentan como posibles tendencias de futuro. ¿Le llegan comentarios de usuarios al respecto?
Trabajando con niños, yo personalmente ni me cuestiono la posibilidad de un control remoto, no me lo he planteado nunca, casi sería muy “cáustico” si no “mordaz” si pretendiera resolver los múltiples problemas en general de la adaptación infantil.
Con la aceptación de la norma de la FDA, los OTC forma parte de una alternativa de negocio. Y está diseñada para aumentar la competencia en el mercado. Y así lo comunica el secretario de Sanidad y Servicios Humanos, con lo que pretende reducir el coste de la salud en EEUU, aunque a su vez pretendan garantizar la seguridad y la eficacia de estos dispositivos.
Los OTC se supone que van a resolver pérdidas de leves a moderadas, según la norma, pero en realidad es que se publicitan también para pérdidas hasta graves. Esto entra en una contradicción de los fabricantes, porque de ser así, en la práctica cubren prácticamente los mismos servicios. Eso sí, con una menor participación del audiólogo, que a nivel publicitario, se llega a definir como objeto positivo la no necesidad de utilizar sus servicios.
Si llega a este país será para quedarse, y evidentemente pueden resolver algunas facilidades a diferentes personas ya “tecnológicas”
A mi juicio profesional, si en muchas ocasiones ya es difícil realizar adaptaciones audioprotésicas en una parte importante de los pacientes.., no me atrevo a augurar qué puede pasar con los OTC en diferentes rangos altos de la población. Quedando al margen, en teoría, la población menor de 18 años.